Sandra Campuzano. Barcelona. Junio 2020
La comunicación es un proceso complejo y difícil, en el que tanto el lenguaje como la codificación y decodificación del mensaje dificultan su transmisión con fidelidad. Por lo tanto, son muchas las posibilidades de que la comunicación sea defectuosa. La responsabilidad final de que el mensaje recibido sea igual al emitido corresponde al emisor, por ello, es a éste a quien corresponde controlar que el receptor haya entendido el mensaje correctamente.
Teniendo en cuenta que en nuestra profesión como enfermeros la comunicación es imprescindible para nuestro trabajo diario con nuestros pacientes, ¿Cómo es que no somos capaces de utilizarla para el bien del colectivo? ¿Cómo es que no conseguimos que la población entienda lo que verdaderamente somos?
» E S N U E S T R A R E S P O N S A B I L I D A D H A C E R Q U E E L
M E N S A J E S E A E L Q U E Q U E R A M O S Q U E S E A «
La crisis del COVID19 nos ha hecho visibles, más que nunca, no podíamos imaginarnos que el Nursing Now propuesto por la OMS para 2020, como el año de la enfermera y la matrona fuera a descubrirnos ante el mundo de esta manera tan directa y nos ha sorprendido con una imagen con la que nos cuesta lidiar.
Nos ha enseñado al mundo como no nos gusta vernos y hemos de asumir que la culpa es nuestra. El papel de la enfermería se ha visto relegado al trabajo de tropa de ejército, papel del que sin duda nos sentimos orgullosos, puesto que no se nos ocurre mejor sitio donde puede estar una enfermera que al pie de cama de nuestro paciente.
El mundo ha visto que las enfermeras somos unas trabajadoras infatigables y que no hemos dudado en realizar nuestro trabajo en jornadas laborales imposibles si las circunstancias lo requerían, y asumiendo innumerables riesgos que aceptamos en el momento en el que decidimos ser enfermeras. Pero poco se dice de la participación de nuestro trabajo en las decisiones sanitarias que se han tomado durante la pandemia porque sin duda son tan pocas que podríamos calificarlas de inexistentes.
Las enfermeras nos preguntamos, ¿por qué no tenemos representación en los puestos de liderazgo?, ¿por qué los gobiernos no cuentan con nuestra ciencia para decidir sobre cuidados de la población?, ¿por qué no somos capaces de transmitir nuestra expertise?, probablemente algo no hacemos bien.
Hemos recibido grandes muestras de agradecimiento por parte de la población, pero debemos ser críticos ante estos actos, que, aunque reconfortantes, el colectivo enfermero no somos lo suficientemente conscientes de que debemos cuidarlas.
Si queremos ocupar lugares de decisión, debemos asumir nuestros errores y gestionar de forma adecuada nuestro liderazgo, estarán de acuerdo conmigo los gestores que la comunicación es la única vía de la que disponen los líderes para el buen funcionamiento de sus equipos.
Debemos fomentar la comunicación con la población de manera eficaz para que sea capaz de ver lo que queremos. La ciencia enfermera jamás podrá avanzar si la imagen que ofrecemos está más cerca de la caridad que de la profesionalidad.
Los enfermeros somos algo más, mucho más, la ciencia enfermera avanza continuamente y los enfermeros estamos capacitados y tenemos competencias para cuidar de nuestra población, no solo en el campo de batalla sino también decidiendo en políticas sanitarias.
Este mensaje debemos decirlo, y decirlo alto y claro.
Y preocuparnos porque se difunda de la manera adecuada y con los medios adecuados. Para ello es necesario que establezcamos un objetivo.
La comunicación la podremos gestionar de forma consciente y con método, de forma responsable y planificada, de forma profesionalizada, consultando con expertos y utilizando las herramientas necesarias, siendo lo más escrupulosos posibles a la hora de trasladar la imagen que deseamos.
Demostremos lo que somos, demostremos que podemos hacerlo, descartemos la imagen de las enfermeras sumisas y colaboradoras del médico, figura a la que adoramos y que tanto nos valora.
Expliquemos a la sociedad, que somos doctoras, científicas y las que más conocen a las personas, pero con un método.
Utilicemos otras disciplinas para que nos permitan mostrar lo que somos, utilicemos todas las herramientas de comunicación posibles y dejemos el victimismo atrás. Modifiquemos lo que no nos gusta y sigamos siendo lo que nos gusta ser: ENFERMERAS.
Aprovechemos los recursos que existen a nuestro alcance y comuniquemos lo que somos apostando por deshacernos de la invisibilidad que tanto nos molesta.
Sandra Campuzano.
Vocal delegado Territorial de Cataluña. Junta Directiva AEES
Words Sandra Campuzano Images The Covid Art Museum