LUIS MIGUEL ALONSO SUAREZ, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ENFERMERIA Y SALUD CONTESTA A LAS PREGUNTAS DE IM MEDICO
El canal de noticias IM MEDICO se ha interesado en conocer los puntos de vista de la asociación respecto a nuestra profesión, el modelo de salud y la actual crisis sanitaria.
Luis Miguel Alonso ha contestado sin florituras verbales, ni miedo a lo políticamente incorrecto. Este es el resultado:
- ¿Cómo describiría la situación actual de la enfermería en España?
Hasta marzo del 2020, nos considerábamos un eslabón importante en el modelo de salud, tras conseguir con el grado de enfermería la posibilidad del completo desarrollo profesional, y la capacidad de participar de pleno derecho en la planificación y gestión del propio SNS.
Y con el respaldo de la OMS declarando el 2020 año internacional de la enfermería, creíamos que podíamos corregir la imagen social, e incluso la imagen que proyectamos al resto de profesionales de la salud, la de “ayudante de…”
- ¿Qué papel juega en el SNS?
En nuestros dos últimos Congresos Internacionales en 2018 en Santander y en 2019 en León, dejamos claro que el SNS, uno de los mejores del mundo, al respecto de su cobertura universal, no por otros méritos, había quedado obsoleto y anacrónico, las características de la sociedad y sus necesidades que dieron origen a nuestro modelo de salud no tienen nada que ver con nuestra realidad social, ni con las necesidades en materia de salud de la población actual y futura. Planteamos la necesidad de una profunda reforma del modelo de salud y la definimos. Obviamente nadie nos escuchó, al igual que llevamos muchos años sin escuchar las mismas advertencias desde personajes muy respetados, como el mismo Rafael Bengoa. Y tuvo que llegar una Pandemia para demostrarlo. Demostrar que la Atención Primaria de Salud era tan endeble que prácticamente ha desaparecido, y la fortaleza de la red hospitalaria no era tal.
Las enfermeras hemos sido capaces de proponer un nuevo modelo en el que los Hospitales han de centrarse exclusivamente en el proceso quirúrgico y las patologías agudas. Hasta el inicio de la pandemia más de la mitad de las camas hospitalarias estaban ocupadas por pacientes crónicos y pluripatológicos, de edad muy avanzada.
Y lo que algunas consejeras de sanidad denominan en sus discursos como “potenciar la Primaria” sin después aportar detalles concretos de como hacerlo, las enfermeras lo tienen claro, debe fundamentarse en la prevención y promoción de la salud, en la enfermería escolar para generar hábitos saludables y modificar la morbimortalidad del futuro, una atención domiciliaria desarrollada plenamente y de largo alcance, capaz de reducir la hospitalización del paciente crónico, la implantación de la enfermera gestora de casos y la alta resolución, y una asistencia integral a los ciudadanos del ámbito territorial establecido.
El papel de la enfermera en la planificación y desarrollo de una reforma sanitaria de tal envergadura sería fundamental.
- ¿Ha cambiado algo la profesión tras la pandemia?
No ha cambiado nada, simplemente los que no querían verlo, han abierto los ojos. La situación ha dejado en evidencia la realidad de la profesión enfermera en España. Y no es una situación bonita, ni que se corresponda con la formación, capacidad y competencia de las enfermeras de hoy en día. La pandemia y su gestión, desde el más alto nivel, hasta el último consultorio, pasando por todos los hospitales, ha dejado claro que la enfermera es solamente un profesional asistencial, a pie de cama. Punto. No es poco decir, y realmente lo somos, pero algunos creemos que las enfermeras además de asistenciales son docentes, son investigadoras, son profesionales de la prevención y la promoción de la salud, SON GESTORAS. Un detalle, el Grado de Enfermería es la única profesión sanitaria que en su formación universitaria tiene una asignatura de GESTION.
A propósito del debate sobre la “gestión de la Pandemia”, al único profesional de la salud con formación académica en gestión se le relegó y excluyó en todos los niveles de toma de decisión.
- ¿Cómo calificaría la labor asistencial de la enfermería durante la emergencia sanitaria? ¿Cree que se ha puesto especialmente de manifiesto la relevancia de su profesión?
Como decía, el papel de la enfermera ha sido puramente asistencial, no hemos participado a ningún nivel en la toma de decisiones al respecto de la crisis sanitaria. Hemos estado en la primera línea asistencial, con un claro déficit de recursos humanos, lo que ha implicado un sobreesfuerzo adicional, con una carga emocional igualmente pesada, sin equipos de protección adecuados y haciendo nuestro trabajo con escasa información y muchas veces contradictoria, y aunque se siga sin saber bien lo que es una enfermera, su competencia, capacidad y formación, si es cierto que un foco nos ha iluminado, como al resto de profesiones sanitarias, lo cual es bueno para que se nos llegue a identificar y a valorar mejor.
- ¿Y la gestión de los distintos agentes del sistema sanitario?
Salvo sanas excepciones la gestión ha sido y es nefasta durante la pandemia, es lo mismo que con los políticos, de hecho, los gestores sanitarios tienen más de políticos que de gestores de verdad, y si en tiempos de normalidad la mediocridad queda encubierta por el buen hacer de los profesionales, en los momentos de crisis es cuando la mediocridad se convierte en necedad y las consecuencias… se podrían denominar caos.
Podríamos escribir un libro al respecto.
- ¿Cómo afrontan esta segunda ola?
Durante el verano, la pequeña tregua que nos dio el covid19, solo sirvió para que nuestros gestores se fueran de vacaciones, lo tenían merecido, según ellos, y un poco como el canto de la cigarra, nos regaló unos meses en los que no se hizo nada de cara a lo que se nos iba a venir encima y todos sabíamos. Se consiguió un poco más de material. Pero en cuanto a la gestión de personal, a su formación… NADA. ¿De que sirven las máquinas si no hay profesionales que sepan utilizarlas? Ahora estamos en plena segunda ola. La primera fue un Shock, esta no es una sorpresa, pero los profesionales están agotados física y mentalmente. Y la falta de respeto de nuestros gestores cuando anuncian que la ocupación de las camas de UCI es del 20% o el 30%, cuando en realidad es un 175%, como es el caso del hospital universitario de León, hospital de referencia, de más de 1000 camas, pues es más agotador todavía. Y además para aliviar el cansancio se nos prohíbe disfrutar de los permisos legales establecidos hasta la fecha, alegando en el mejor de los casos la falta de profesionales, cuando estamos constatando la no renovación de contratos temporales de enfermeras…
- ¿A qué retos se enfrentan los enfermeros y enfermeras a partir de ahora?
Se enfrentan a un sistema de salud cada vez más deteriorado, a una situación sanitaria complicada y que se va a prolongar en el tiempo. Se enfrenta a la falta de reconocimiento de la capacidad investigadora, gestora y docente que nos otorga la formación de grado, se enfrenta a una legislación laboral anacrónica y que no se corresponde con nuestra formación académica. Se enfrenta a la necesidad de una profunda reforma del modelo de salud, imprescindible y que difícilmente se abordará por los nefastos y mediocres gestores y responsables políticos que nos gobiernan.
- ¿Qué exigencias tienen los profesionales a medio y largo plazo para las administraciones? ¿Y para el SNS?
Adecuar la legislación laboral a la formación, capacidad y competencia de las enfermeras. Pactar la negociación de un nuevo modelo de salud para nuestro país con la participación imprescindible de las enfermeras. Capacitar a las universidades para generar con urgencia un número adecuado de plazas de estudiantes de enfermería y medicina que hagan posible la cobertura de las necesidades en materia de salud de la población en el nuevo modelo sanitario.
- Uno de los principales problemas es que la ratio paciente/enfermero o enfermera es bastante bajo en España ¿Hay alguna cifra que describa esta situación? ¿Qué demandas tienen en este sentido?
Los Sindicatos y los Colegios Profesionales realizan este tipo de estudios y comparan las ratios de enfermería de los países de nuestro entorno, y eso es lo adecuado. Nosotros, como sociedad científica simplificamos y nos vamos a lo obvio. Si el actual modelo de salud ha demostrado que no puede funcionar adecuadamente con el actual volumen de enfermeras, y en plena pandemia dicho déficit se ha vuelto angustioso, imagínense en el modelo de salud que hemos propuesto. Necesitamos una producción masiva de graduadas en enfermería para garantizar la salud de la población.
- ¿Cree que van a seguir liderado el seguimiento y control de los problemas de salud emergentes en la ciudadanía?
Sería bonito que hubiésemos liderado algo en el pasado, y desde luego si creemos que las enfermeras tienen el conocimiento, están capacitadas y son competentes para liderar las mejoras, la reforma del modelo de salud, siempre trabajando en equipo con el resto de profesionales y en especial de los médicos.
- ¿Cuál es el aporte de la enfermería a la sostenibilidad del SNS?
Partiendo de que tenemos mucho que decir en prevención y promoción de la salud, empezando con la enfermera escolar en cada uno de los centros docentes tanto públicos, como privados, el papel fundamental de la enfermera gestora de casos para racionalizar con eficacia la atención primaria de salud, así como el hecho de que el paciente crónico, pluripatológico, susceptible de la atención domiciliaria, lo que precisa primordialmente son cuidados, y esa es la función básica de la enfermera, podrá concluir en el pilar en el que se convierte la profesión enfermera a la hora de mejorar la salud y el bienestar de la población.
- ¿Le gustaría añadir alguna cosa más?
La actual crisis sanitaria ha puesto al descubierto muchas deficiencias de nuestro modelo de salud, pero cabe destacar el hecho de que la especialidad médica que debería gestionar una pandemia se denomina actualmente Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, me consta que en estos momentos se está negociando el cambiar de nombre a Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión. En cualquier caso, actualmente, el número de compañeros con esta especialidad son solo un puñado, claramente insuficiente cuando nos damos cuenta de la importancia de la salud pública en nuestras vidas. Lo simpático, lo tristemente simpático es que, en enfermería, no existe la especialidad de enfermera de salud pública, ni está previsto que exista, ni se le ocurrió nunca a nadie. Esos son nuestros gestores y representantes, esto es la sanidad española.