EL CHIRINGUITO
(HABLANDO DE GESTIÓN EN NUESTRO MODELO DE SALUD 4ª PARTE)
Después de ver en las noticias de cualquier informativo nacional, “el caso Ábalos”, “los negocios de Koldo”, “los chanchullos de la primera dama”, “el caso de la presidenta de las Cortes”, hablar de chiringuitos en el hospital de León parecerá una fruslería… pero es nuestra fruslería provinciana que afecta a la salud de todos los leoneses, lo cual no es cosa de risa para los autóctonos.
Se hace difícil no calificar de chiringuito a la dirección de enfermería del hospital de León. Y es que su gestión no brilla precisamente, si tenemos en cuenta que al año de haber nombrado tres subdirecciones de enfermería, con las que la directora crea su principal equipo de gestión, los cesa, los invita a irse, o se van por hartazgo de una situación insostenible.
Una de dos, o la directora no tiene capacidad para reconocer el talento y evaluar a los profesionales (los más directos a su cargo) o la que tenía que irse era ella. Tres de tres es un 100% de fallo. Hágaselo mirar.
La elección de los sustitutos era obvia, de lo que no se da cuenta la directora, que no tiene capacidad para discernir, como se ha demostrado, es de un viejo refrán, que aplicado a los chiringuitos, nunca falla, “Cría cuervos y te casarán los ojos”, si el chiringuito es de playa puedes cambiar cuervos por gaviotas.
Si la presidenta de la junta de personal, y dirigente del sindicato de ats cuando llegó a ser directora, inició el desmantelamiento de la división de enfermería, con el cese o forzando la huida de los supervisores o jefes de unidad y servicio del hospital, con experiencia y capacidad, la actual dirección ha terminado de poner todos los clavos al ataúd. Al perfil de los mandos intermedios no se le requiere experiencia ni formación en gestión, y lo peor es que no se le ofrece a posteriori, ni se hará.
No interesa un cuerpo de gestión potente, formado, con iniciativa, con capacidad de decisión, con autonomía, con seguridad en su gestión. La clave de un buen chiringuito es saber decir aquello de “si bwana” y cuando los profesionales de cualquier unidad o servicio a su cargo propongan proyectos, ideas, o incluso cualquier decisión menor, el mando intermedio no resuelva y ofrezca siempre la misma frase mágica: “Tengo que consultarlo con la dirección de enfermería”
No se ha conocido una capacidad tan grande de perjudicar el desarrollo de la profesión enfermera como la que desarrolla a diario la actual directora de enfermería del hospital de León.
Como sociedad científica esto nos preocupa y mucho. Como profesionales e incluso como ciudadanos, nos preocupa más como afectará una gestión nefasta, o una falta de gestión y liderazgo de la división de enfermería sobre los profesionales y el resultado de su trabajo, la salud de la ciudadanía, la calidad, la humanización.
Cualquiera que conozca un poco el modelo de salud desea que el hospital tenga una dirección de enfermería y una dirección médica potente, profesional, con capacidad, competencia y liderazgo, que inspire y facilite su labor a los profesionales a su cargo para ofrecer a la ciudadanía la mejor calidad de sus servicios.
Los chiringuitos, mejor para la playa.
Hay cosas que todo el mundo sabe o intuye, pero nadie quiere verlo o enfrentarse a ello, nadie se atreve a decirlo en voz alta, yo, que nunca me he callado, prefiero escribirlo.