CHICAS PARA TODO
(HABLANDO DE GESTIÓN EN NUESTRO MODELO DE SALUD 3ª PARTE)
Hace 50 años una enfermera valía tanto para un roto, como para un descosido. Las jefaturas de enfermería hospitalaria, dependientes de la Dirección Médica, presumían encantadas de que una enfermera valía para cualquier puesto de trabajo y cualquier tarea.
Hoy, por la gracia de la dirección de enfermería del hospital de León, podemos vivir un viaje en el tiempo y retroceder hasta aquella época en la que no existía la dirección de enfermería, ni el cuerpo de enfermería como departamento propio auto gestionable, y las enfermeras éramos chicas para todo.
Que dolor el comprobar como el equipo directivo del Hospital de León ha tirado cincuenta años de progreso y evolución por el retrete de la incompetencia.
Las Enfermeras tuvimos que sufrir un decreto de especialidades que no se correspondía con la realidad de las necesidades de especialización de nuestra profesión, que resultó un pobre reflejo del programa médico, dado que en lugar de recoger todas las especializaciones existentes en nuestro modelo de salud, se redujo a siete disciplinas de más de las cuarenta existentes en la actualidad.
Como alternativa a la especialización específica no regulada en el ámbito de la salud, las universidades ofrecen post grado de máster y expertos en diferentes disciplinas.
En la actualidad diferentes organizaciones y la propia administración exploran nuevas formas de especialización, como la Enfermera de Práctica Avanzada.
De lo que no se han enterado los gestores del hospital de León y seguramente del SACYL es de la existencia de puestos de trabajo en los que es precisa una formación específica y única para dichos puestos, que generalmente no se incluye en la formación del grado de enfermería.
Lo dicho ¿le importa lo más mínimo a la directora de enfermería y a su equipo de gestión? Obviamente NO, y lo han demostrado en la aplicación de la movilidad interna en el Centro.
Se distribuye al personal por los diferentes puestos, supuestamente vacantes, de la movilidad interna, como fichas de parchís, poco paracaidistas que caen en un servicio u otro, a lo loco, sin formación alguna sobre las tareas específicas de cada servicio o unidad especial.
Es evidente que la dirección de enfermería no ha escuchado nunca el concepto: Gestión del Conocimiento, pero claro, para eso hay que ser gestores. Al menos podían haber demostrado un poquito de sentido común ante la falta de conocimientos.
Para simplificárselo, podríamos llamarlo reciclaje, pero resulta tan sencillo entender que un profesional que se incorpora a un puesto de trabajo debería estar formado en las prácticas, conocimientos y habilidades específicos de dicho puesto antes de asumirlo. Lo cual sucede en cualquier país civilizado.
Pero claro el Hospital de León debe considerarse tierra de nadie, o la última frontera. Que miedo, intentar cubrir las necesidades de salud en un lugar así.
En uno de nuestros congresos internacionales una enfermera canadiense explicaba que cuando una enfermera se incorporaba a una unidad o servicio pasaba varios meses acompañando a las enfermeras veteranas, que la adiestraban y supervisaban durante todo ese tiempo, antes de prestar sus servicios en solitario y formar a su vez a otras enfermeras noveles. Para nuestra dirección de enfermería esto le sonará a ciencia ficción, pero llana y sencillamente se trata de responsabilidad y capacidad de gestión.
Desde Enfermería y Salud nos preguntamos si la dirección de enfermería del hospital invierte tiempo y recursos en formar a las enfermeras que se incorporan a un servicio o si esto corre por su cuenta y tiempo personal del trabajador.
Y si después de estar formadas en una cartera de servicios específica se promueve su traslado a otra unidad o servicio, tirando a la basura todo el conocimiento adquirido, para volver a comenzar, dejando que los profesionales se desanimen, se quemen y aquí me las den todas, que yo ya tengo mi silloncito oficial, ¡sillón de mis entretelas!
Sra. Directora, las enfermeras hace mucho que dejamos de ser chicas para todo. Somos profesionales especializadas que aspiramos a tener un equipo de gestión y de mandos intermedios, que además de decirle a usted si bwana, nos permitan prestar nuestros servicios profesionales con los recursos necesarios para ofrecer la mayor calidad posible al usuario.
No se equivoque, no existe una división de enfermería hospitalaria para que usted pueda ser directora de enfermería, sino para gestionar la asistencia sanitaria y los cuidados al usuario, al ciudadano, para promover el desarrollo de la profesión enfermera, que desilusión enterarse al fin, ¿verdad?