El día 12 de septiembre el presidente de la Asociación Española de Enfermería y Salud se ha dirigido por carta al presidente de la junta de Castilla y León, el popular. Alfonso Fernández Mañueco, tras más de dos meses sin dirección de enfermería en el mayor hospital de la comunidad, por la gracia del Gerente del Hospital de León, el Gerente Regional de Salud y la propia Consejería de Sanidad, que mantienen una situación que es una afrenta a las 350.000 enfermeras españolas.
Reproducimos aquí la carta enviada:
Me dirijo a usted, como máximo responsable de Castilla y León, con relación a la consideración que esa administración tiene del colectivo enfermero.
Después de los aplausos recibidos durante la primera onda pandémica, durante la crisis, vino el desgaste en la primera línea asistencial, el no haber tenido en cuenta al colectivo enfermero a ningún nivel de gestión y toma de decisiones, y finalmente nos encontramos ante el último desaire a un colectivo profesional, las enfermeras, que no se lo merecen.
El mayor hospital en número de camas de la Comunidad, el Complejo Asistencial Universitario de León, desde hace más de dos meses y caminando hacia los tres meses, no tiene Dirección de Enfermería.
Tras el cese de la anterior directora, cuyo nombramiento, un año antes, sorprendió al ser su mayor mérito para el puesto, el ser vicesecretaria general del SATSE León, sin ninguna experiencia ni formación en Gestión, y desconocer totalmente el ámbito hospitalario, el Gerente del Hospital, suponemos que con el conocimiento del Gerente Regional y la propia Consejera de Sanidad, no realiza nombramiento alguno, dejando sin cubrir dicha plaza durante más de un mes y disfrutando sus merecidas vacaciones sin resolver la ausencia de dirección de enfermería, que lógicamente se prolongó en el tiempo otro mes más. Reincorporado a su puesto de gerente el señor Alfonso Suárez sigue impasible sin resolver la elección de Dirección de Enfermería y caminamos ya hacia el trimestre sin nadie al timón de la división hospitalaria con más personal a su cargo.
No es consuelo que permanezcan en activo las tres subdirecciones de enfermería, nombradas hace un año por la directora cesada, pues descabezado el equipo de gestión. Simplemente esperan que les llegue el relevo de un nuevo equipo, que paradójicamente nunca llega.
La dirección de enfermería del CAULE tiene a su cargo más de 2500 trabajadores, entre enfermeras, matronas, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería y técnicos especialistas.
No tener una dirección, implica no tener un proyecto, una coordinación, un rumbo. Carecer de la cabeza visible y el eje de una acción conjunta en la asistencia sanitaria y el cuidado de los pacientes.
Esta situación, totalmente anormal ha sido señalada y denunciada por todos los agentes sociales, sindicatos, colegio profesional y sociedades científicas, como la que tengo el honor de presidir.
Pero el gerente del hospital de León, el Gerente regional y la propia Consejería de Sanidad siguen sin mover un dedo.
No cubrir la dirección de enfermería del mayor hospital de la comunidad, no solo es una negligencia, es una clara afrenta a las 350.000 enfermeras españolas, es decir que no hacen falta las direcciones de enfermería, lo cual no es intolerable por motivos corporativistas, sino simplemente porque repercute directamente en una disminución de la calidad de los cuidados que se prestan y de la propia asistencia sanitaria.
En el carro del descontento general que vive la sociedad española sería demagógicamente muy sencillo argumentar que no hacen falta direcciones de enfermería, ni direcciones médicas, ni gerencias, ni consejeros autonómicos, ni presidentes… y terminar gritando lo de anarquía y libertad. Y situaciones como la descrita solo hacen que alimentar ese camino de caos y destrucción de la convivencia.
Durante la crisis sanitaria se ha identificado a la profesión enfermera como exclusivamente asistencial, y si bien esa es una de las facetas mayoritarias de nuestra naturaleza, las enfermeras también somos docentes, somos fundamentales en la prevención y promoción de la salud, somos investigadoras y somos GESTORAS.
Mantener sin Dirección de Enfermería el mayor hospital de la comunidad, más de dos meses, no es normal, es intolerable, es UNA FALTA DE RESPETO A LA PROFESIÓN ENFERMERA y un perjuicio para todos los ciudadanos castellanoleoneses.
Ante la inacción del Gerente del Hospital de León, el Gerente Regional de Salud y la Consejera de Sanidad, me dirijo a usted para que se solucione esta inaudita situación.
Atentamente